La codependencia en adicciones es un problema emocional que afecta tanto a la persona que consume como a quienes la rodean. Este patrón aparece cuando alguien centra su vida en resolver, controlar o rescatar a otra persona, incluso cuando eso provoca desgaste físico y emocional. Aunque puede confundirse con preocupación o cariño, la codependencia crea relaciones desequilibradas y dificulta el proceso de recuperación.
Señales de la codependencia en adicciones
Las señales suelen ser claras, aunque al inicio pueden confundirse con cuidado o preocupación. Una de las más frecuentes es la necesidad de resolver los problemas de la otra persona, incluso cuando no se tiene la responsabilidad de hacerlo. También aparece el miedo constante a que el otro se enoje, se vaya o empeore su situación. Las personas con codependencia suelen justificar conductas dañinas, aceptar faltas de respeto y asumir culpas que no les corresponden. Con el tiempo, se vuelve difícil poner límites y decir “no”, lo que aumenta el desgaste emocional.
Otra señal muy común es la pérdida de identidad. La persona empieza a girar alrededor de la vida del otro, dejando de lado sus metas, su autocuidado y sus necesidades. Puede sentir que solo tiene valor si ayuda, acompaña o “salva” al otro. Esto genera ansiedad, frustración y un sentimiento profundo de vacío cuando la relación se vuelve inestable, como suele ocurrir cuando hay adicciones de por medio.
Causas más comunes de la codependencia en adicciones
Las personas que viven codependencia en adicciones suelen tener raíces emocionales que vienen de la infancia. Crecer en un ambiente donde hubo abandono, falta de afecto, violencia o padres emocionalmente inestables aumenta la probabilidad de repetir patrones donde se busca “arreglar” a alguien para sentirse valioso. También se relaciona con la baja autoestima y con la creencia de que uno debe sacrificarse para ser aceptado.
En el contexto de las adicciones, la codependencia surge porque la relación se vuelve impredecible. La persona intenta controlar lo incontrolable, evitando conflictos, cubriendo errores o justificando comportamientos. Aunque la intención es ayudar, en la práctica esto perpetúa el problema y genera una dinámica dolorosa para ambas partes.
Cómo recibir apoyo profesional y avanzar hacia una vida más sana
Superar la codependencia no es fácil, pero sí es posible con ayuda adecuada. El primer paso es reconocer que existe un patrón que está afectando la vida emocional, física y mental. Hablar con un profesional permite comprender qué heridas están detrás de estas conductas y aprender a poner límites sanos sin sentir culpa. La terapia ofrece herramientas para fortalecer la autoestima, manejar el miedo al abandono y recuperar la autonomía personal.
En centros especializados como CREA, las personas encuentran programas de apoyo que ayudan a comprender la dinámica de la codependencia y cómo relacionarse de una manera más equilibrada. También existen grupos de ayuda que brindan acompañamiento, experiencias reales y un ambiente seguro para hablar sin juicio. Buscar apoyo profesional no solo beneficia a quien vive la codependencia, sino que contribuye al proceso de recuperación de toda la familia. Reconocer la situación y pedir ayuda es un acto de valentía y el primer paso para construir relaciones más saludables.












