Orígenes Antiguos: El uso del cannabis se remonta a al menos 5000 años atrás, con evidencias de su utilización en la antigua China como parte de prácticas médicas y rituales. Los textos chinos antiguos, como el «Shennong pên Ts’ao ching» (Libro de los Medicamentos del Emperador Rojo), datado alrededor del 2700 a.C., mencionan el cannabis como tratamiento para numerosas dolencias, incluyendo malaria, constipación, y dolores reumáticos.
En la India, el cannabis ha sido utilizado tanto en forma recreativa como espiritual, destacándose en los textos védicos que datan de aproximadamente 2000 a 1400 a.C. Se utilizaba en rituales religiosos y medicinales, y era conocido por sus propiedades psicoactivas que facilitaban el contacto con lo divino.
Expansión Global: El uso del cannabis se extendió a Medio Oriente, África y eventualmente a Europa y las Américas. En el siglo XIX, la marihuana entró en la farmacopea occidental, siendo prescrita abiertamente para diversas condiciones médicas como el dolor menstrual, el insomnio y el manejo del dolor en general. Durante este tiempo, los extractos de cannabis eran comunes en las farmacias y utilizados en una variedad de tónicos y medicamentos.
Siglo XX y Regulación: La percepción del cannabis comenzó a cambiar en las primeras décadas del siglo XX. Influenciada por factores políticos, raciales y económicos, la marihuana fue cada vez más asociada con comportamientos antisociales. En Estados Unidos, la Ley del Impuesto sobre la Marihuana de 1937 efectivamente criminalizó el cannabis, iniciando un largo periodo de estigmatización y prohibición.
En las décadas siguientes, particularmente durante los años 60 y 70, el uso recreativo de la marihuana se volvió popular en varios movimientos culturales, lo que llevó a una serie de debates y reformas legales sobre su estatus legal.
Era Moderna y Legalización: En las últimas décadas, ha habido un cambio significativo en la percepción y legalización del cannabis. Varios estados de EE.UU. y países alrededor del mundo han legalizado o despenalizado el cannabis para uso médico y, en algunos casos, recreativo. Esto ha sido impulsado por un creciente cuerpo de investigaciones que respaldan sus beneficios médicos en el tratamiento de enfermedades como la epilepsia, la esclerosis múltiple y el dolor crónico, entre otros.
Además, la legalización ha abierto el debate sobre la justicia penal y la necesidad de reformar las políticas de drogas que históricamente han llevado a tasas desproporcionadas de encarcelamiento entre minorías y comunidades marginadas.
El cannabis sigue siendo un tema de intenso debate y estudio, con opiniones encontradas sobre su seguridad, beneficios y el papel que debe jugar en la sociedad.
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